jueves, 14 de agosto de 2008

Mamma mia

Por desconectar, rebusqué en mi lado más pertardo, y marujón, y me acerqué al cine a ver Mamma mia, el músical de Abba, llevado al cine, en el día del espectador.

Normalmente, no me atraen este tipo de películas veraniegas, pero como Abba me encanta desde que compré mi primer cassette de ellos, allá por 1979, (Voulez - vous) cuando era un chaval de 14 años, me dije que un día, era un día, y me dejé caer por los multis.

La película, me dejó diferentes sensaciones, así que la he dejado reposar un día, para escribir algo sobre ella.

Está dirigida por Phyllida Lloyd, que fue la responsable de su traslado a los escenarios. No es una directora de cine al uso, y eso se nota en una dirección un tanto pobre, que sin embargo, es suficiente para transmitir toda la magia, la fantasía, y el placer por vivir, que transmiten las canciones de ABBA.

Y de eso trata su escaso, y sencillo argumento, de la pasión por vivir. No importa los años que pasen; hemos de apurar la vida hasta el último minuto. Petard@s, hasta el último día de nuestra vida. Auténtico cine setentero, marujo y casposo, como si fuera una película de Cine de barrio.

Un inicio mágico, y un final delicioso, muy new age, pero sencillo, y cercano al público al que está dirigida la película. Eso sí, mamás y papás que vais a llevar a vuestros niños al cine: no es una película para ellos, sino para "mayores de 13 años, y menores acompañados". Recordad que los niños ya no vienen de París.

Los actores, con desparpajo. Meryl Streep, perfecta, y el trío masculino, inmaculado. Las canciones, inolvidables, y bien aprovechadas. Como ver Grease, pero algo más simplón.

Y hay cameos de los miembros de Abba, por supuesto. Seguro que os quedáis hasta los bises.