lunes, 17 de agosto de 2009

Save our souls, save our souls

Linko al compañero de Huesca es verde:

http://huescaesverde.blogspot.com/2009/08/que-la-montana-te-guarde.html

Antonio López, fue un amigo mío de la infancia. Compartimos barrio, escuela, y pequeñas aventuras por San Lorenzo.

Javier Escartín fue mi profesor de dibujo en FP. Una vez, de una de sus expediciones por el Himalaya, o un país cercano, nos trajo a todos sus alumnos una especie de cigarros de aquellas tierras. Un detalle que se acordara de sus chavales. Nunca hizo de mí un buen dibujante, pero me enseñó a descubrir la aventura. Sus historias nos impresionaban.

No habrá helicópteros descendiendo a por Oscar a cámara lenta, con música épica de fondo. La mayor de las gestas consiste en descubrir que lo único que que merece la pena es compartir el día a día con tu familia, y con la gente que te quiere. La montaña, la dejaremos para el viento, la tormenta, y la nieve. Nunca encontraremos calor allí.

Que Antonio, y Javier, te hallan guiado por pasos seguros, estén donde estén.

domingo, 16 de agosto de 2009

Un lugar muy, muy feliz

Mientras decido si mantengo, o no, esta "bitácora", me he animado a hacer un último montaje de fotos con imágenes de estas fiestas pasadas de San Lorenzo 2009.

El año pasado, preparé algo más convencional. Hubo más luz, más aire de fiesta, más magia, y sobre todo, gente, por las calles. Este año se ha echado de menos todo ese jolgorio. Sólo los dos primeros días de fiesta, y ayer, día 15, se notó algo de esa alegría, y gente, en la calle.

¿La "Crisis", el calor, la falta de un programa más atractivo?

Creo que hay cosas que se deben de reconsiderar. La presencia del color morado el día nueve, es, como mínimo, cuestionable. Los amigos de mi vecino, un chaval joven, me dejaron el patio de la comunidad hecho un asco, con abundantes manchas de vino. Un rastro de restos de sandías, garrafones de vino, y más manchas en el suelo, nos indicaban la dirección a seguir hasta La Cabalgata. Aquello sólo es un desfile de menores de 18 años. El blanco y verde inmaculado, es historia.

Nunca había estado en la procesión del día 10. Hice unas fotos del ambiente, en plan "turista" con cierto interés por las costumbres de ese día. Por la noche, Dios Salve a la Reina jugaron a ser Queen. Es un grupo de cierto renombre en latinoamérica, pero yo los vi muy "lejanos", muy a lo suyo, y no conectaron con el público casi nunca, y eso que la gente estuvo por la labor, y todo ayudó, (sonido, montaje, canciones). Luego, una vuelta nocturna. Quizás toda la gente estaba en Las Peñas, pero eché de menos más ambiente en el centro. La Orquesta Waterloo animó la verbena.

El día 13, salí a ver a Hato de Foces, esperando ver algo "que me sorprendiera". Sólo he estado una vez en 10 años, en el Iberia folk. ¿El folk no me interesa? No lo creo. El sonido fue bastante bueno, pero escuchar la jota de Las Cerezas, 16 años después de mi salida del grupo, hizo que extendiera velas hacia otros puertos. Sin embargo, hay canciones que tienen mucha magia, como las de su "Sgt. Peppers", Cantar de camino, el disco que grabé con ellos. Podía escuchar los armónicos, la magia de las melodías, los cuidados arreglos... Se buscaron los mejores acordes, y aunque tuvimos pocos medios para grabar ese disco, el resultado es un montón de canciones inmejorables, bien resueltas, y mejor producidas. Lo que importa, es la música, tu legado. No la marca que pongas para vender esas canciones.

El día 14, "encierro Laurentino" por las calles del Coso Bajo. Divertido, y original. Los chavales, y los "amantes de los toros", se lo pasaron en grande. Los veladores por la tarde, estaban desiertos.

Y llegó el día 15. Carrera ciclista, ofrenda de flores al Santo, y un aire de fiesta muy "español". Se acabó.

Si notáis que faltan cosas, en Youtube encontraréis "de todo". Por fotógrafos, y cámaras, este año, no ha sido. Siempre busco las razones por las que engancharte a estos días año tras año. Como os digo, el montaje del año pasado, duraba 30 minutos. Éste, lo he condensado en sólo 4. La música pertenece a Idan Raichel, músico Israelí. ¿Arriesgado? A veces, me resulta igual de extraño, intentando asimilar sentimientos que ya no son los míos.

Cosas de la edad.