viernes, 2 de enero de 2009

Empezando el año

Un regalo que me ha hecho Andrea Gerak, cantante Húngara con la que colaborado en alguna que otra ocasión.

Le hicieron esta entrevista desde Suecia, donde ella vive con su marido, para una radio de Minneapolis. Ella habla de su música, de sus colaboradores, (entre los que me hayo), y de su pasión por la fotografía.

Vamos, que me ha hecho mucha gracia escuchar mi nombre, con ese fuerte acento, a través de este Podcast.


Nunca me he sentido rana, ni me han gustado las charcas. Prefiero una piscina, aunque sea modesta.

Gracias, Andrea. Hasta la próxima canción. Feliz año.

lunes, 29 de diciembre de 2008

21 grados bajo cero


Ayer por la tarde acompañé a Miguel Ángel Lordán, de El Rincón de los famosos en un bolo de un pueblo próximo a Almudevar.

Buen ambiente en el bar del pueblo. Público participativo, y con ganas de pasarlo bien. Así da gusto.

Me "tocó" estar de técnico. Así que una vez más, me "eché" al monté. Dos botones de un pequeño amplificador, y el mando a distancia de un reproductor dvd. Nada de filigranas tecnológicas. Fue suficiente. Me quedé con ganas de haber tomado un poco del chocolate con bizcochos que sirvieron para merendar. Pero si estás "en la faena", estás en la faena.

Como estamos en Navidad, voy a aprovechar la ocasión para contaros un cuento ideal para estas fechas. Ya os destripo de ante mano, que tiene un final feliz, pero eso no quiere decir que la historia lo sea.

Érase que se era, una pareja Alto aragonesa, que por deseo mútuo, decidieron adoptar a una niña. Tuvieron que viajar a un país más allá de Oriente. Finalmente, dieron con ella en un lejano horfanato, donde cientos como ella aguardaban a que una pareja procedente de algún país lejano, no importaba cual, les sacara para siempre de allí. ¿Alguien ha visto Las Normas de la Casa de la sidra?

Las condiciones de vida eran duras en el país, y en el horfanato, y los niños tenían que crecer rápidamente. La única salida que tenían era ser adoptados antes de cumplir los 18 años. En caso contrario, el estado no se hacía ya cargo de ellos. Su destino sería la calle, donde lo único que les podría esperar sería acabar en el mundo de la prostitución, y las drogas.

Una niña de 13 años, a sabiendas de que con su edad, sería difícil ser adoptada, ejercía de madre, o hermana mayor de todos ellos.

El maltrato era recurrente. Esta niña en cuestión aún guarda en su cuello las marcas de las heridas producidas por la cadena que le ataban cuando "no se comportaba debidamente".

El proceso de adopción, ni mucho menos, fue fácil. Esta pareja tuvo que hacer dos viajes para ello. En el segundo, permanecieron más de un mes en ese país situado más allá de Oriente, luchando contra la corrupción del sistema, la ineficacia de la burocracia, y las ideas preconcebidas, que llenaron de miedo a la niña: (en España te van a matar, van a vender tus órganos, allí matan a la gente de tu país, etc, etc).

Finalmente, tras esfuerzos denodados por parte de los padres adoptivos, y gracias a la ayuda de los mediadores, y a la inteligencia de la niña, que al fin comprendió que aquella era su oportunidad para abandonar definitivamente esa vida, el sueño se hizo realidad. Un tiempo vivido siempre a 21 grados bajo cero.

Ayer se cumplió un año de su entrega a la pareja protagonista de esta historia. Por la tarde, participó en la actuación de Miguel Ángel como una niña más del pueblo. A la hora de la cena, veía en el Disney Channel la nueva película de Campanilla. Ella controlaba el volúmen de la tele con el mando a distancia.

Ahora, sólo esperaba la llegada de Sus Majestades Los Reyes magos, y crecer como una niña Española más.

Los Aragoneses somos cabezones, y los Españoles en general, un pueblo cojonudo. Lo nuestro hemos pasado para comprenderlo.

¿Un fondo musical para esta pequeña historia de Navidad?

Por ejemplo: Christmas lullaby, de Roger Subirana, incluido en Sampler de Navidad de NM 08.