Sonrisas y lágrimas fue la primera película que se proyectó en el Avenida, allá, si no estoy mal informado, por el año 64, (un año de lujo, por otro lado). Y esa es la sensación que nos va a quedar a los "cinéfilos" locales.
Escribo esto escuchando Cinema Paradiso, de Ennio Morricone, para coger "el punto" sentimental. La primera película que recuerdo haber visto en ese cine, fue La Guerra de las Galaxias en marzo del 78. Después, vinieron el resto de la saga, Alien, Blade Runner, de la que no entendí ni papa, por supuesto, (como todos en esos años), la llegada del Dolby en el 85, Mad max III, Silverado, Rambo II, un porrón de películas de serie b, Aliens, La Jungla de Cristal, Abyss, Batman, Terminator II, Un día de furia, en ese lejano verano del 93, Forrest Gump, Drácula, bajo un frío de narices en enero, Braveheart, Salvar al soldado Ryan, X-men, Shrek, las colas para ver La comunidad del anillo, a cinco grados bajo cero, Los Increíbles, y así hasta La Guerra de los mundos, que fue la última película comercial que vi allí, en el verano del 2005.
En los últimos años, se utilizó para las proyecciones del festival de cine, para el certamen de vídeo realizadores Oscenses, y para algunas proyecciones de La Linterna Mágica.
Las butacas, al lado de las del Multicine, eran incomodísimas, pero el sabor de las palomitas no tenía color, ni el resonar de los zapatos en el suelo, por todos sus largos pasillos. Emoción pura, correr la cortina, y encontrar a "los mismos de siempre". Sentarse, y esperar a que empezara la película. El Movierecord no suena igual en los Cine Mundo. Ni supongo que tampoco sabrán igual los primeros besos de adolescente en la oscuridad.
Una ciudad desconocida, es lo que acaba quedando.