Ayer por la tarde continuamos con nuevas escenas para el proyecto de este año. Estuvimos en Novés, pueblo con el que me unen lazos familiares.
Se nos unió una nueva actriz: Auri Araguás, de ascendencia aragonesa, que ha realizado muchos trabajos en Cataluña. Vio Balada, le encantó y se puso en contacto conmigo. Su personaje es Amada Villar, una freelance que trabaja para un despacho de abogados, que recibe el encargo de encontrar un objeto enterrado durante más de 70 años.
Para los "habituales", es sabido que todo el mundo colabora echando una mano con lo que sea necesario. Uno se acuerda de que existen ciclos formativos en Huesca, de donde podrían surgir técnicos para estos rodajes y que muy rara vez, ha venido alguno a estas aventuras, lo que considero una lástima. Pero como también apunté, a lo mejor, es gracias a esta "no presencia", que este tipo de proyectos se pueden sacar adelante, dada la poca iniciativa que algunos de esos chicos y chicas, han demostrado. Debe ser más interesante realizar el cartel de Carnaval, o el de San Lorenzo, o forjarte como fotógrafo de bodas.
También está siendo la iniciativa privada quien está invirtiendo en este proyecto, que cuenta con el triple de presupuesto que el del año pasado. Los productores se lo han tomado en serio. Me vuelvo a alegrar de que no haya un euro de ninguna institución cultural Oscense o Aragonesa. Pero fuera de estas memeces, lo que cuenta es el nivel del proyecto y este, una vez más, es espectacular. ¿Mejorable? Por supuesto, pero esto siempre ha sido una carrera de fondo.
