Ya tenemos el frío casi encima. Halloween, la fiesta "anglo" más significativa de este mes, está a la vuelta de la esquina. Es tiempo de brujas, fantasmas, y disfraces a cual más tenebroso, divertido, o pasado de rosca.
Para los Españoles, Huesos de Santo, (de crema, o chocolate), y visitas a los cementerios, para recordar a los nuestros.
Y entre hueso, y hueso, algo desosegante, e ideal para estas fechas:
Una colección de fotos tomadas en panoramico.com, de diversos autores. La peña Oroel, el Pirineo Oscense, sus esencias, su magia, su luz, el cambio de estaciones, y la música de Goran Bregovic.
No lo he subido a Youtube, porque es un proyecto hecho para experimentar ciertas ideas, y porque no me parece correcto hacerlo sin el permiso de sus autores. No obstante, creo que el montaje tiene su valor. Uno pertenece a esa tierra, a esos pueblecitos cercanos a Jaca, y a esos ríos del Altoaragón.
Bella canción, cantada por Lauren O´connel, y Natalie Dawn, de Pomplamoose. Una grabación casi en directo, con ruidos de fondos, algunos, muy divertidos, (el timbre de la puerta, cuando llama Jack, el compañero musical de Natalie, que viene a "cotillear" lo que están haciendo este par de siempre inspiradas chicas"). Aires "indis" americanos.
Chicas de ojos azules, tan profundos casi comos los Fremen de Dune.
La sencillez de una buena canción, en vivo. No hay discográficas detras de ellas, pero no cabe duda de que saben vender su "producto".
Este ha sido mi homenaje a Hipatia, y a la película de Amenabar, más o menos interesante, más o menos conseguida desde el punto de vista del discurso cinematográfico, pero no cabe duda, que es un buen punto de partida para iniciar un debate sobre cómo el hombre ha muerto, y ha matado, por las ideas, y en base a ellas. Y así seguimos, mil quinientos años después. Quien controle la cultura, y el saber, tendrá el poder sobre los ciudadanos.
Y ahora, también me doy un gustazo:
Miguel es un bajista Portugués, que tiene su "tribute band" a Yes. Aquí toca parte del Gates of delirium, del Relayer de Yes. La realizó en dos tomas, porque en la primera, "se quedó sin dedos". Patrick Moraz en los teclados.
Y el temazo con que empieza el Going for the one: Parallels.
No, no me quedo sólo en el Progresivo, o Rock Sinfónico:
Hay que estudiar, tener pasión por tu instrumento, respetar las fuentes originales. No se pueden construir puentes hacia el futuro, olvidando de dónde viene todo. La música de Yes, o de otros grupos, no morirá, porque siempre habrá nuevos músicos que que la descubran, y que quieran tocarla. Lo que no se puede ser, es provinciano.
