Ayer me acerqué a la proyección de Indiana Jones en el Olimpia. Hacía ya sus buenos 9 años que no veía una película allí. En el 97, instalaron equipo nuevo, y sonido Dolby, y el cambio, se notó, para mejor, pero dos años después, ese viejo, y entrañable cine, prácticamente, se caía a pedazos.
Buen sonido, (aunque creo que no conectaron los subgraves), butacas cómodas, y un cine, teatro, que ha vuelto a la vida, en las mejores condiciones posibles.
La película fue proyectada desde dvd, (¡leñe!). No es que piense que nos dieron gato por liebre, pero en tiempos ya de la alta definición, la inversión en un sistema Blu ray, y un proyector a la altura, es escasa. Si el futuro, es el cine digital, apostemos por la máxima calidad.
En busca del Arca Perdida se mantiene igual de fresca que el primer día. No pude verla en fecha de su extreno, allá por el 82, cuando la trajeron al Odeón. Se me pasó. La vi, años después, en un cine de Las Palmas, en sesión "de verano", en estéreo, y en un pantallón como el del cine Avenida. Aluciné. Lo que más me llamó la atención, fue el uso de la luz, del cromatismo, y del montaje. La película respira optimismo, vitalidad, simpatía, y romanticismo. Creo que debería ser asignatura obligada en cualquier escuela de cine que se precie.
Spielberg venía del mundo de la televisión, que tiene un formato determinado, y un uso del tiempo muy ajustado. En busca del Arca no es cine, sino televisión exportada al mundo del cine. El montaje es sincopado, consciente de la duración final de la película. Casi no hay tiempos muertos, las escenas no "respiran", ni se toman su tiempo para desarrollarse, con lo que a veces, a ojos vista de hoy en día, no acabas de meterte en la trama, porque todo lleva un ritmo endiablado. Los personajes son muy clásicos, pero a la vez, eternos, y modernos. Todos tenemos dentro a un Indi aventurero, que en un determinado momento de su vida, irá en busca de ese secreto místico, aunque acabará trabajando, dónde, y como pueda. Quizás lo acabe contratando la DGA para que traiga a casa, los bienes en litigio con Lérida.
Buen sonido, (aunque creo que no conectaron los subgraves), butacas cómodas, y un cine, teatro, que ha vuelto a la vida, en las mejores condiciones posibles.
La película fue proyectada desde dvd, (¡leñe!). No es que piense que nos dieron gato por liebre, pero en tiempos ya de la alta definición, la inversión en un sistema Blu ray, y un proyector a la altura, es escasa. Si el futuro, es el cine digital, apostemos por la máxima calidad.
En busca del Arca Perdida se mantiene igual de fresca que el primer día. No pude verla en fecha de su extreno, allá por el 82, cuando la trajeron al Odeón. Se me pasó. La vi, años después, en un cine de Las Palmas, en sesión "de verano", en estéreo, y en un pantallón como el del cine Avenida. Aluciné. Lo que más me llamó la atención, fue el uso de la luz, del cromatismo, y del montaje. La película respira optimismo, vitalidad, simpatía, y romanticismo. Creo que debería ser asignatura obligada en cualquier escuela de cine que se precie.
Spielberg venía del mundo de la televisión, que tiene un formato determinado, y un uso del tiempo muy ajustado. En busca del Arca no es cine, sino televisión exportada al mundo del cine. El montaje es sincopado, consciente de la duración final de la película. Casi no hay tiempos muertos, las escenas no "respiran", ni se toman su tiempo para desarrollarse, con lo que a veces, a ojos vista de hoy en día, no acabas de meterte en la trama, porque todo lleva un ritmo endiablado. Los personajes son muy clásicos, pero a la vez, eternos, y modernos. Todos tenemos dentro a un Indi aventurero, que en un determinado momento de su vida, irá en busca de ese secreto místico, aunque acabará trabajando, dónde, y como pueda. Quizás lo acabe contratando la DGA para que traiga a casa, los bienes en litigio con Lérida.
En las siguientes dos entregas, Spielberg mejoró considerablemente ese ritmo televisivo, acercándolo mucho más al cine. La última, El reino de la Calavera, sigue siendo muy fiel al espíritu de las otras películas, lo que ocurre es que no puedes hacer hoy en día, algo con ese sentido tan anacrónico del ritmo, de la historia, y de los personajes. En el 2009, se usa otro tipo de lenguaje mucho más "rítmico", y una vez más, televisivo, como la última película de la saga Star Treck.
Pienso que por eso, En busca del Arca perdida, se mantiene de igual de fresca, y con uno de los mejores finales abiertos, y enigmáticos, de toda la historia del cine.
Un ejemplo:
Junto con Firefly, y Las Crónicas de Sarah Connor, lo mejorcito que hemos podido ver en la tele estos últimos años. La batalla final contra la nave base Cilon, y el final de la serie, cuando los supervivientes de Las Colonias, llegan por fin a la Tierra..., hace 150.000 años, para que todo, comenzara de nuevo.
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