Una panda de asalta caminos, esta vez, parece, de Iberdrola, vuelve a recorrer Huesca. La técnica, la misma que con Fenosa, pillar a la gente desprevenida, haciéndoles creer que vienen en nombre de tu antigua compañía de gas y electricidad.
No aprenden, joder. Bendito sea el padre del Kalashnikov, y la nobleza baturra. Vivimos rodeados de sinvergüenzas, que no entienden otro lenguaje.
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