Hoy he estado, junto con Moncho García, dando unas vueltas por la DGA, en ZGZ, buscando posible financiación para el proyecto de corto El archivo. ¡Qué risas!
Sensación de impotencia. El proyecto de Amarga memoria, está pendiente de un hilo. "Es una idea revanchista", se dice entre sus pasillos. Ahora, son las gaviotas las que anidan allí. ¿Es revanchismo hacer justicia a la historia? ¿Llamar a las cosas por su nombre? ¿Reivindicar nombres, lugares, momentos?
De Cultura, se verá también.
Las arcas están vacías. Y el año que viene, ya veremos a ver. Pero eso no significa que, por otras fuentes, no se haya conseguido algo más. Esa es la idea, poco a poco, obtener lo suficiente para que las ideas sean algo más que texto en un papel. Sorpresas, quizás, a lo largo del Otoño.
Menos mal, que sabiendo en qué circunstancias estamos, el argumento de El archivo está decantado hacia otras vertientes. La historia de Canfranc. La historia por la supervivencia, en un oasis, en los años más duros de la guerra en Europa. Se han puesto muchas ideas sobre la mesa, y en Zaragoza hay medios para conseguir la magia digital que necesitamos. Pero somos, ante todo, muy prácticos. De un patio, nunca haremos un corral con ovejas.
De momento, se recluta equipo técnico, y la gente de los Talleres del Ayto. de Huesca, vuelven a alistarse. Para todos, si es posible, habrá un sitio. El talento, la ilusión, y las ganas de hacer cosas, siempre las de casa, primero, aunque miremos fuera también:
Patricia Morueco. Quizás una futura Gabrielle, personaje principal, en mi historia. En cualquier caso, por ahí han de ir los pasos a dar.
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