lunes, 6 de abril de 2009

Analog Power

Retrosund es un "friki" alemán del sonido analógico. En su canal de Youtube podéis encontrar decenas de demos de sintetizadores analógicos de casi todas las épocas, (años 70 y 80, principalmente).




Os dejo una demo del Jupiter 4 de Roland, sinte aparecido a finales de los años 70. Recuerdo haber leído una review en "Popular Uno", revista que junto al Vibraciones, solía comprar todos los meses, a principios de los ochenta. En ese apartado dirigido a los sintes, escribían músicos como Michel Huygen, de Neuronium, entre reputados sintesistas, y teclistas Españoles.

Y ahora, me apetece hablar de estos cacharretes, y su relación con nuestra ciudad.

El primer sintetizador que creo, apareció por Huesca, fue un Korg Ms 10, propiedad del teclista de Acoustic, Baltasar Monsón, coautor junto a su hermano de los dos Himnos de la Sociedad deportiva Huesca. Era un sinte con un solo oscilador, y no demasiadas posibilidades, pero si lo combinabas con otros teclados propios de la época, (Cuerdas Solina, Logan, Elka, o Crumar), órganos Hammond, o Pianos Fender Rhodes, era efectivo.

El primer sinte que pude comprar, fue el modelo superior a este, el Ms 20, comprado al teclista de la NCB, (Tolo y Luis Margalejo, cantante de Manacor salieron de allí), que más tarde fue uno de los socios fundadores de Rampa. Mi equipo verbenero durante los primeros ochenta constaba de ese MS 20, un teclado de cuerdas Logan, un piano Rhodes, un órgano Roland, y por último un Roland SH 101, comprado en el verano del 83. Este modelo llevaba arpegiador, secuenciador, y ya podía colgarse, con lo que podía salir de mi rincón, y tocar con él "Boda en Londres", de Mecano, y alguna que otra canción de Miguel Ríos.

Pero todo aquel sistema analógico tenía que evolucionar, y apareció el MIDI, y con él, Huesca se llenó de sintes digitales, módulos de sonido, cajas de ritmo, Samplers... El primero en aparecer, el mío, un Akai X7000, con 384 k´as de memoria, y 12 bit´s de muestreo. Después, llegaron el Fz de Javierre, con dos megas de ram, y 16 bit´s de muestreo, (un cambio, la verdad, pero mucho más complicado de controlar), algún JX8P, dos DX-7, un D-50, propiedad de uno de los teclistas de Cículo de Viena..., y un Poly 800, que daba muchísimo juego, sin contar un Juno 106, propiedad del teclas de Manacor.

A Pardo, le costó sacarse de la tienda su Polysix. Mariano Ferrández, teclista de la Orquesta Borrasca, se compró otro también. Era un aparato delicioso, pero, no tenía Midi, ni el teclado era sensitivo. Una vez, grabé una maqueta, sincronizándolo con una caja de ritmos midi, (una Alesis), através de los convertidores CV del MS 20. El resultado era espectacular, pero había que saber álgebra para que aquello funcionara.

Muchos de estos sintes, están en el Canal del amigo Retrosound.

Con la llegada de los Vsti´s, toda esta fiebre por lo analógico parece que ha desaparecido. Conseguir uno de estos modelos resulta muy caro, (encontré a un friki americano que había conseguido comprar un Poly Moog de Depeche Mode, o Gary Numan, creo, pero podía repararlo, aunque al tío, le daba igual). No suena igual mi abuelete M1, que cualquier vst, por muy bien emulado que esté, (el Ms 20 emulado de Korg ni por asomo suena como el modelo Hard).

Ya no puedo ir a local alguno, a meter horas jugando con mis sintes. No quedan, ni esos locales, ni mis viejos cacharretes. Tampoco podría permitirme comprar los nuevos modelos tipo Moog, pero quién sabe. Los cambios son necesarios, aunque sólo sirvan para valorar lo que tuvimos un día. Y quien habla de locales, y sintes, habla también de calles, y de personas.

El año pasado, mientras hacía tiempo para ir al dentista, compré un ejemplar de Rock, una revista musical. Dentro, había artículos reciclados de esa Vibraciones de los años 80, en especial, un artículo sobre Camel. El mismo reportaje, servido, y vendido, 28 años después.

2 comentarios:

Paco Pérez Dolz dijo...

Es genial ver los vídeos de esa época y reconocer los sintes que aparecen. Jarre, Vangelis, Azul y Negro (me encantan) o el tema que comentas de "Boda en Londres"...
Yo también tuve contacto con un MS-20, pero fue allá a principios de los 90. En el Centro Juvenil de mi colegio nos juntábamos grupos a tocar y un día apareció un tipo con un MS-20. Resulta que estaba estudiando física y lo usaba para experimentar, no para hacer música. Se largó un año a Ginebra al CERN y me lo dejó todo ese tiempo. Disfruté mucho con él. La gente flipaba al verlo, con sus cables y potenciómetros. Era complicado que entendieran que los sonidos "había que hacerlos". El dueño de ese Korg luego se compró el M1, esta vez "para hacer música". Me descubrió a músicos como Arkenstone, Bill Douglas o Vitale. Gran tipo, ahora le perdí la pista. Me lo encontré el otro día en fallas, después de muchos años...tiene 6 hijos y ni de coña tiempo para tocar. Le dije si me vendía los sintes (aún los tiene)...sonrió y dijo...me los guardo para cuando me jubile.
Yo hasta entonces había tocado órganos de autoacompañamientos y Salvador Candel me vendió un módulo de Yamaha, el TX81Z. Pura síntesis FM, cargabas los sonidos en cassette. Era multitímbrico a 8 partes y con 16 voces de polifonía. Luego me prestaron durante un año un M1 y un T3 de Korg. Pude trastear también con el Wavestation de un colega y un TG33. Después conocí el Ensoniq SQ1, el Roland U20...todos de gente que tocaba en circulos próximos. Nos prestábamos los sintes para compromisos variados.
Luego me compré el módulo 05R/W que aún tengo y el Roland JV35, en aquella época rey de los nuevos sintes con GM, genial para chutar midifiles. Después la bestia negra del Roland Xp80. Un disfrute de sinte. Ahora los VST mandan...hacemos y tenemos cosas que ni soñábamos, pero aún me he comprado el MM6 y un modulo de Kurzweil...lo llevamos en la sangre.

Cambridge dijo...

Así es, Paco. En el fondo, seguimos siendo los mismos chavales que alucinaban cuando podían probar, o tocar, uno de esos sintes. Sólo me queda el M1, y el Akai X7000, pero está algo tocado. Cuantos más botones, o menús tenían los sintes, más felices éramos.

Hay mucho más material para ver en Youtube, sobre todo, de esos años. Y eso, una vez más, nos vuelve a enganchar. No desiste de volver a comprar alguno un día de estos.